Cuarto domingo de Cuaresma. De la mano del evangelio de Juan se nos invita a descubrir hoy a Jesús, como la luz. Mediante este símbolo de la luz y su contrario, las tinieblas, el texto nos ayuda a "ver" nuestra vida y a tomar partido. Personifica en personajes distintos, el ciego, sus padres, el pueblo, los fariseos... las posturas que podemos tomar ante Jesús, ante la luz.
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